Hasta hace unas semanas, seguramente la mayoría desconocíamos que era eso de “el juego del calamar” y la polémica que surgiría entorno a ello.
La serie, para aquellos/as que no la habéis visto, trata sobre un grupo de personas que por diferentes problemas económicos accede a participar en un concurso para poder ganar el premio que se les ofrece. Este concurso consiste en ir ganando una serie de típicos juegos infantiles sin morir, por lo que el único superviviente se llevaría el bote, qué, además, según van muriendo participantes, el premio va ascendiendo.
Uno/a rápidamente se da cuenta de que no es apto para todos los públicos, a parte que de que esté catalogada para mayores de 16 años, por la temática en sí, el contenido violento de las escenas, valores que se transmiten, etc. Sin embargo, sois muchos y muchas docentes los/as que estáis viendo como los/as más pequeños, a partir de 8 años, están representado en sus dibujos o en sus juegos escenas de esta serie. Siendo niños y niñas que, o bien están viendo la serie desde sus propios dispositivos electrónicos, o bien, la están viendo con sus progenitores. Y quizás otros, a raíz de ver memes o escuchar a sus iguales, imitan los comportamientos y los juegos que aparecen en ella.
Ante esta situación, lo primero es alertar a las familias e invitarles a que hablen con sus hijos e hijas sobre si han visto la serie. Hay que señalarles que no es un contenido apropiado para ellos/ellas y han de limitar el uso de sus dispositivos, así como restringir o supervisar los contenidos a los que acceden.
Si bien, somos conscientes de que los límites, tanto de las familias como del profesorado, llegan hasta cierto punto, y que las 24 horas al día no podemos controlar a lo que acceden lo/as más pequeños/as. Por lo tanto, se hace necesario hablar con nuestros/as estudiantes sobre el contenido que han visionado y adelantarnos a aquellos que todavía no han visto esta serie. Pensar que muchos y muchas acabaran viéndola por curiosidad debido a la repercusión que está teniendo en todas las edades, o bien, porque no quieren ser lo/as únicos/as que no la han visto. De esta manera les ayudaremos a rebajar la curiosidad, discernir la ficción de la realidad, y les enseñaremos a ser reflexivos a la vez que críticos.
Por otra parte, gracias a la creatividad del profesorado, han desarrollado un juego que relaciona las figuras geométricas que salen en la serie televisiva, con mensajes positivos y de amor, rompiendo así el contenido cargado de violencia y de jerarquías que se establecen en “el juego del calamar”.
Os dejamos aquí el enlace del perfil de la profesora que lo ha diseñado, por si fuese de vuestro interés o por si os ayuda a crear otras dinámicas para trabajar en el aula.